Sin rumbo en el parque...[libre]

Después de pasar las montañas y toda la zona poblada de
licántropos, me dirijí a la ciudad, esperado encontrar cobijo
que me pueda proporcionar alguien amable pero los manos
no son muy ... amables por asi decirlo.

Me seté en un banco allí dejé pasar las horas, me sentía
como un vagabundo y sin ningún sentido en mi vida y,
encima, perdida, ya no sabía que hacer.

Ví como una persna paseaba con su perro y el mismo perro
se giro hacía mí y empezó a ladrarme, tipíca reacción en animales
frente a un licántropo, pero me sentía fatal, ya me rechazaban hasta
los animales.

Me quité la coleta con la que llevaba recogido el pelo y cayó por mi
espalda como una cascada.

Cojí el colgante que me dió Glicaón y me puse a observar el dragón de plata.

- Es precioso verdad?

Se quedó mirandome con cara extraña

- El colgante. Es precioso. Lo encontré en una cueva de Escandinavia, grandes lobos aullaban en circulo donde estaba. Un poco peligroso para acercarse, ¿verdad ? - dije sonriendo - Me llamo Glicaón, y soy el Rey de las Nieves

Me acerqué a ella y le cogí el colgante, le di un abrazo a la chica y le puse el collar. Me aparte y le dije:

- Nunca te lo quites

Me di la vuelta dirigiendome hacia la fuente que habia en el parque.

-¡Eh!, espera - dije extrañada - ¿Por qué te portas ahora tan bien?- me carcajeé -

-En la taberna no fuiste muy educado que se diga pero...
Sí, es precioso... - dije mirando a Glicaón -

-Rey de las nieves ¿eh?, - dije con una sonrisa maligna -
pues yo no obedezco a nadie - dije entreseñando los dientes
pero a la vez con una mirada burlona -

Metí la mano en el agua de la fuente. Estaba muy fria y me refrescaba todo el cuerpo,
llebaba todo el día un poco enferma, pero ahora me estaba subiendo la fiebre. No le dí importancia.

- Que por que me porto tan bien? Eso no es asunto tuyo pequeña loba adolescente. - dije con voz tajante - Y yo no doy ordenes a nadie, odio ser Rey, es una mierda, pero claro fuí elegido. No sabes lo difícil que es dirigir a una camada. Por eso huí a esta zona. No me gusta que me digan lo que tengo que hacer y menos que se burlen de mi como tu has hecho. Tengo mas fuerza que un adulto y tengo 11 años.

Me quité la ropa y me metí en el medio de la fuente a refrescarme.

-No soy una loba adolescente - le gruñí -
-Ya soy adulta - dije refunfuñando -

-Pues no deberías huir de tus responsabilidades - dije muy seria -
-Eres un irresponsable - dije mirando a un hombre paseando a un perro -

-¡Eh, tú! - dijo un hombre acercandose a Glicaón - ¡No te puedes meter ahí!

Miré incrédula al hombre, pues ya me esperaba la reacción de Glicaón.

- Ponte tu a dirigir una camada siendo un chaval de 11 años, no soy capaz, solo me eligieron por mi fuerza. Y tu viejo callate, mestoy dando un baño!

Miré sonriente al hombre, que se quedo con la boca abierta y se fué.

-Pero si como tu dices te las das de tan mayor...Jaja - me reí -
-Aunque tengas once años vas a tener que aprender a vivir chaval. -
Le dirigí una mirada severa.

- Yo no he dicho en ningun momento que sea mayor, de hecho he dicho todo lo contrario, dejé la camada porque no me veia capaz, soy demasiado joven para ello. Y creo que de vivir se mas que tú. Se vivir solo. Aunque pronto vendrán a buscarme, pero no me encontrara a mi. - dije mientras salia de la fuente y me vestía - Encontraran a la loba que hay delante mia ahora mismo - dije con una sonrisa maliciosa - Que bien me a sentado este baño - dije disfruntando de placer -

Me sacudí el pelo para secarmelo. Miré a la chica.

- Recuerda, nunca te lo quites - dije sonriendo -

-Pero...Oh...No...Si el colgante era el signo de
tu reino o cualquier cosa de estas, PASO - dije
levantando la voz en la última palabra.

Me quité el colgante y lo tiré delante de él.

-Ahi lo tienes - dije con la mirada perdida - no pienso dejar que
NADIE me vuelva a engañar.

- Es que acaso no me puedes hacer un favor y cogerlo? Entonces cuando te encuentren te tomaran por lider, y podras dirigir tu. Te doy el poder. Y no lo quieres? - dije sorprendido - Si no lo cojes, el colgante volvera a mí... Y no quiero volver allí - dije con mirada triste - Solo necesito algo de tiempo.

Cojí el colgante del suelo. Y me acerqué a a chica. Extendí la mano hacia arriba.

- Por favor... Por muy fuerte que sea no estoy capacitado para liderar. Solo he aprendido a cuidar de mi mismo. Me harías un grandisimo favor.

Cerre los ojos y los volví a abrir, esta vez con sonrisa maliciosa. Me abalancé sobre ella y la dejé inconsciente de un golpe en la nuca. Le colgué del cuello el collar y me fuí corriendo de la zona.